Aunque las autoridades capitalinas de la Ciudad de México (CDMX) tienen como meta construir 400 kilómetros de infraestructura ciclista antes del término de la actual administración, diversos ciclistas todavía exigen concluir la ciclovía División del Norte, misma que, aseguran, es uno de los grandes proyectos que están pendientes.
Vecinos de Coyoacán, Benito Juárez y activistas ciclistas, denunciaron que la ciclovía División del Norte es usada por cientos de personas al día, demostrando así su utilidad. Aun así, cuenta con tramos que no están señalizadados o canalizados correctamente, por lo que no se le otorga la seguridad necesaria a los usuarios.
Ciclovía División del Norte, viable pero sin reconocimiento
De acuerdo con Bernardo Baranda, director regional del ITDP México, esta ciclopista presenta un gran beneficio de conexión del suroeste con el norte y parte del centro de la CDMX. De allí la importancia de mantenerla y adaptar los dispositivos y señaléticas necesarias para hacerla más segura.
«División del Norte, al ser una calle diagonal, sirve para conectar colonias como la Narvarte y Del Valle con el centro de Coyoacán; es una ruta directa entre el sur y norte de la Ciudad, por lo que una gran cantidad de ciclistas ya la ocupan, sin embargo, algo que ha fallado hasta el momento es el diálogo entre los vecinos para lograr un consenso», aseguró.
Hizo énfasis en que, si bien la ciclovía División del Norte ya tiene infraestructura, esta no es la mejor para canalizarla.
«Aunque ya cuenta con infraestructura, esta no cuenta con los estándares de calidad y seguridad que quisiéramos, que no se haya formalizado afecta principalmente a los usuarios que siguen sufriendo de cruces peligrosos o invasiones de automóviles», afirmó Baranda al medio Reforma, donde también aseguró que los estudios para determinar la viabilidad del carril ciclista ya se realizaron, solamente queda pendiente su ejecución oficial.
Poca protección
Sobre la protección con la que cuenta la ciclopista, mencionó que está balizada, pero no protegida. Asimismo, también comentó que es necesario hablar con los vecinos y comerciantes. Estos últimos, dijo, opinan que la ciclovía afecta el tránsito y los comercios. Sin embargo, Baranda indicó que ocurre el efecto contrario.
También la activista ciclista, Ximena Rosas, quien es residente en Coyoacán, detalló al mismo medio que la ciclovía División del Norte requiere de mayor armonización y dispositivos que brinden más seguridad a los usuarios.
Asimismo, destaca que las autoridades han tenido el diálogo con los comerciantes, pero no con el resto de los beneficiados del carril.
«Existen aún cruces peligrosos como la zona de Eje 4, Eje 6, en Churubusco y en Viaducto; pero sigue sin haber voluntad política para llegar a un acuerdo, incluso cuando ya se presentó el proyecto por parte del gobierno capitalino, lo último que supimos es que solo se reunieron con comerciantes pero a la sociedad civil la dejaron fuera del diálogo», dijo.
Actualmente, el único tramo donde hay una separación física del carril ciclista del de tránsito automovilístico, es de Churubusco a Municipio Libre mediante la instalación de bolardos.